
Ya han pasado varios años desde la lamentable pandemia que sacudió al mundo entero, un periodo en el que muchas empresas se apresuraron a ofrecer productos que prometían protección y seguridad ante la amenaza del virus, sin embargo, como suele suceder, no todas esas promesas resultaron ser ciertas. Algunas compañías, en su afán por capitalizar la crisis, lanzaron productos cuya efectividad dejaba mucho que desear, siendo uno de estos casos la prestigiosa marca Razer, conocida por sus periféricos de gaming de alta calidad, pero que incursionó en un terreno completamente distinto con su polémica mascarilla facial, la Zephyr.