Muchas de nuestras pesadillas parecieran pertenecer a Lynch, con sus brillos y sombras. Su cine nos mostró la dualidad entre la luz y la oscuridad, la exploración de la identidad, los traumas ocultos y el deseo reprimido que puede traer la noche.
En Letras torcidas. Un perfil de Mariana Callejas, Juan Cristóbal Peña “reelabora textos anteriores (…) con la sabiduría de quien conoce en profundidad el panorama político, y con la capacidad crítica de un lector ya antes interesado por las ambiciones literarias de un personaje tan bizarro como Pinochet”, escribe Lorena Amaro.
“Las distancias entre el mundo de Han Kang y el nuestro, aquí en las riberas del Mapocho, son tan grandes que solo puedo hablar en la modalidad de la hipótesis. Es que leer La vegetariana desde Chile pone en juego las propias premisas de una literatura mundial”, escribe Ignacio Álvarez.
“¿Qué puede una imagen documental? A veces no solo el descubrimiento de su propia función retórica o una exploración de los alcances epistémicos de la realidad, sino también poner sobre la mesa memorias de las que nadie quiere hablar”, escribe Iván Pinto sobre Oasis, del colectivo MAFI.
La experiencia de leer Colima, el segundo libro del poeta chileno Manuel Boher, puede ser algo extraña, por la indeterminación y aleatoriedad de sus versos. En este ensayo, Juan Manuel Silva propone una lectura filosófica e incluso política del libro, y, sobre todo, hace un análisis de sus estrategias retóricas.
El fundador del Frente Nacional —uno de los partidos de extrema derecha más poderosos de Europa— acaba de morir a los 96 años. Estudiar su biografía es explorar el lado más oscuro de la historia francesa y europea contemporánea.
¿Por qué las plataformas de streaming insisten en hacer películas sobre períodos históricos conflictivos evitando, paradójicamente, el conflicto? Hoy por hoy, la cultura pareciera ser una suerte de recocido del pasado. El problema es que, en ese proceso, se pierde un poco el sabor.
La escritora mexicana Elena Garro escribió la que se considera una de las primeras novelas del realismo mágico, pero en vez de pasar a la historia por su talento, quedó en el recuerdo como la esposa de Octavio Paz. A casi tres décadas de su muerte, Jazmina Barrera le dedica La reina de espadas.